25.10.13 @ Davile Matellán en Málaga

Nos pasamos toda la semana rezando para que no lloviese el viernes y parece que alguno de los cientos de santos a los que invocamos nos escuchó. No llovió el viernes en la azotea del hotel Molina Lario, en Málaga. Nos respetó, lo hizo después. ¿Qué pasaba el viernes que nos interesaba tanto la sequía? Pues que nos visitaba Davile Matellán y lo hacía con un unplugged al aire libre en una de las azoteas con mejores vistas de la ciudad: piscina, catedral a un lado, el mar al otro y las luces de la ciudad a tus pies. ¿Se puede pedir un escenario mejor?

La tecnología no acompañó a pesar de los malabares que hicimos para intentar que el equipo sonara debidamente. Total que, como decíamos antes, nos quedamos en un concierto desenchufado que, la verdad, era perfecto para la ocasión, que era de asientos bajos y velas. Apostando siempre por la cercanía con el público, Davile cogió una silla y la acercó lo más posible al corro de asientos. Así empezó a presentar un setlist que nos adelantó canciones nuevas, de esas que formarán parte de su próximo disco, y también algún secretillo que, como tal, pues no podemos contar.


Volvió a sonar Otra tragedia griega, Lion's Dance y también la todavía boceto Espidifen 600. Además hubo un bis que nos trajo La línea recta. Pero lo más bonito fue el momento, el hecho de volver a reunirnos, artista y equipo, un año después y recordar detalles de los inicios como que casi no había single con el que presentar a Matellán, pero sus ganas de salir a dar conciertos pudieron más que la lógica del negocio. Entonces éramos, y seguimos siendo, la esencia del indie en cuanto a recursos. También alucinamos con la velocidad que lleva el proyecto de crowdfunding para financiar el primer disco. Y alucinamos aún más con la de gente que apoya cada paso prácticamente a ciegas. En la que nos hemos metido, ¿pero y lo que mola?

No podíamos haber elegido un trabajo más bonito.